Esta semana hemos podido ver como la revista de la asociación de consumidores de los Estados Unidos ha valorado bastante mal al pequeño Mitsubishi i-Miev, al que sólo han destacado por su eficiencia, pero cuyo rendimiento y equipamiento ha dejado muy fríos a sus probadores.
Pero en esta ocasión el protagonista de la prueba ha sido el Ford Focus eléctrico, un modelo que lleva casi un año en el mercado norteamericano, donde está pasando de una forma discreta a pesar de que aparentemente es una buena opción, por lo menos para los técnicos de Consumer Reports.
Para el redactor, conductor habitual de un Nissan Leaf, lo mejor del Focus eléctrico es su apariencia discreta, un aspecto exterior que no le distingue de las versiones con motor de combustión y que le permite pasar totalmente desapercibido entre el tráfico. También destaca su comportamiento en carretera y su paso por curva, algo donde el buen trabajo en el chasis del Focus tiene mucho que ver y que a pesar del extra de peso de las baterías, le permite realizar una conducción alegre y divertida.
Otros aspectos en los que destaca el Focus es su sistema de navegación inteligente, que nos permite marcarle el recorrido antes de nuestra salida, y nos realizará una simulación para saber aproximadamente cual será nuestro consumo eléctrico y de esa forma conocer de antemano si la autonomía será suficiente.
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| El complicado sistema MyFord Touch |
Por contra en los aspectos negativos destaca que el sistema MyFord Touch de Ford, desde donde podemos controlar el sistema multimedia y la navegación, una aplicación que cuenta con un sistema de menús bastante poco intuitivo, donde una persona poco acostumbrada puede perderse y frustrarse fácilmente. A esto como le sucede a casi todos los modelos eléctricos el redactor le suma la pérdida de capacidad del maletero por culpa de la situación de las baterías.
En cuanto a su eficiencia, durante las primeras pruebas, donde los recorridos por autovías han sido importantes, el consumo medio del Focus eléctrico ha sido de unos más que buenos 19.8 kWh cada 100 kilómetros, muy cerca de la cifra de 20 kWh que le ha otorgado la EPA, con una autonomía real de 120 kilómetros con cada carga, algo mejor que su gran competidor, el Nissan Leaf.
Pero donde si demuestra que Ford no tiene mucho interés en este modelo es en su precio, 39.200 dólares antes de ayudas que son 4.200 dólares más que el Leaf, a lo que podemos sumar su limitadísima distribución, ya que apenas un puñado de estados norteamericanos pueden acceder a su compra, lo que es una verdadera pena ya que el Focus tiene muchas papeletas para convertirse en un modelo con buenas cifras de ventas, pero con un precio mucho más contenido.
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Fuente | Consumer Reports
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