Hoy hemos conocido las cifras de ventas de coches eléctricos en España, donde como viene siendo habitual las cifras son muy pobres a pesar de los récords marcados en las últimas semanas por los precios de los carburantes. En cambio en los países del norte y centro de Europa a pesar de ser mercados mucho más pequeños que el nuestro, las cifras se multiplican y algunos modelos han entrado en la lista de los más vendidos.
La explicación fácil es que tienen unas rentas mucho mayores y una conciencia medioambiental mucho más desarrollada, pero a pesar de que esto es cierto, hay otros factores que influyen en las elevadas marcas de ventas de modelos como el Opel Ampera o el Nissan Leaf en países como Holanda o Noruega, y este es un sistema impositivo que castiga duramente a los coches más contaminantes lo que provoca que los precios de los eléctricos estén muy cerca de la competencia con motor de combustión.
Un ejemplo lo encontramos con el Nissan Leaf, que en Noruega tiene un precio en la web de Nissan de 35.790 euros, mientras que el modelo más vendido durante el mes de agosto, el Volkswagen Golf, en su variante diésel y acabado básico TDI de 105 CV manual, tendrá que desembolsar nada menos que 41.600 euros, con una tremenda diferencia en cuanto a equipamiento con el Leaf. En Holanda por su parte el Nissan Leaf sale por 36,790 euros, mientras que el Volkswagen Golf 2.0 TDI de 140 CV automático sale por unos módicos 34.190 euros, una diferencia que anima a muchos a dar el salto al eléctrico.
Otro ejemplo es Dinamarca, donde los modelos con motor de combustión están fuertemente cargados con impuestos, esto hace que el Nissan Leaf salga por 39.000 euros, mientras que el Golf diésel más económico, 105 CV manual, salga por 38.200 euros, apenas 800 euros más económico que el Leaf.
Por lo tanto puede que el poder adquisitivo y la mayor preocupación medioambiental de los europeos sea mayor que la nuestra, pero sin duda la principal razón para la compra de estos coches sea la similitud de precios entre estos y los modelos con motor de explosión, gracias a un sistema impositivo que castiga a los modelos más contaminantes y que convierte a los eléctricos en alternativas reales a nivel económico, a lo que extendemos a los precios de los carburantes, también muy duramente castigados por los impuestos, aunque de eso también sabemos mucho en nuestro país.
El resultado, países como Holanda donde hasta el mes de julio se habían vendido1.476 unidades del Opel Ampera, o en Noruega la cifra de Nissan Leaf matriculados hasta el mes de julio haya alcanzado las 1.420 unidades, cifras que necesitaríamos 10 años de las actuales ventas en nuestro país para igualar la lograda en los primeros seis meses en Noruega.
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| Un Fisker Karma por las calles de Amsterdam |
Es por eso que para promocionar de verdad la movilidad eléctrica de poco sirve aplicar ayudas públicas si a la hora de la compra puede seleccionar un modelo como el Volkswagen Golf diésel de 140 CV con todas las opciones disponibles seleccionadas, clima, elevalunas en las cuatro puertas…etc etc, por apenas 24.000 euros, mientras que el Nissan Leaf con la subida del iva y la ayuda del gobierno le costará 30.300 euros, 6.300 euros más, una diferencia que provocará que las venta de coches eléctricos sigan siendo anecdóticas mientras las cifras no se igualen algo ya sea con la bajada de los eléctricos, o la subida de los dotados con motor de combustión.
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