Hace escasos minutos el Ministro de Asuntos Económicos, Agricultura e Innovación holandés, Maxime Verhagen, ha presidido el acto de inauguración de la estación de cambio de baterías para coches eléctricos de Better Place en el aeropuerto internacional Schiphol en la que será la segunda estación en funcionamiento en suelo europeo.
Esta instalación será utilizada en una primera fase por una flota de taxis eléctricos que conectarán el aeropuerto de Amsterdam con el centro de la ciudad, y que podrán recuperar la energía de sus baterías mediante un sistema que en apenas cuatro minutos le proporciona una nueva batería totalmente cargada, y que le permite moverse en un área limitada por la autonomía del propio coche, pero sin límite teórico de kilómetros diarios.
Según el Sr Verhagen.
«Hoy en día es un paso más en el camino hacia el progreso. Nuestro desafío es desarrollar una forma de vida más sostenible para equilibrar las necesidades del planeta y las necesidades energéticas del hombre, además de ser una forma de crear empleos. La estación de cambio de baterías de Better Place es una nueva y emocionante de la solución que contribuye a que los vehículos eléctricos sean más prácticos y asequibles lo que tiene como resultado a un aire más limpio y que nos permiten equilibrar la carga energética de nuestra red eléctrica, un paso hacia un sistema energético sostenible con energía de bajo coste, abundante y limpia«
Los objetivos del gobierno holandés para los coches eléctricos son muy ambiciosos y la estación de Better place es sólo una parte de un ambiciosos proyecto formado por un paquete fiscal de incentivos a la adquisición de este tipo de vehículos que ha provocado que las ventas de este tipo de vehículos alcancen en Holanda las 400 unidades al mes, con el objetivo de llegar a los 20.000 vehículos para el 2015 y disparar esa cifra hasta los 200.000 coches eléctricos para el 2020.
De esta forma se pone una segunda piedra en el proyecto europeo de Better Place para crear una red de estaciones de cambio de baterías a lo largo del continente que permita en pocos años poder recorrer la distancia que separa la capital danesa Copenhague con París a los mandos de un coche eléctrico que gracias a un sistema de cambio de baterías a pesar de sus limitaciones, ve como se disparan sus posibilidades con esta tecnología.
Pero se trata de un proyecto a medio plazo que necesitará una gran cantidad de dinero y esfuerzo para convertirse en una realidad como la que disfrutan en Israel, donde a finales de este mismo año tendrán una red de 80 estaciones de cambio de baterías, una buena cifra para un país de apenas 22.000 kilómetros cuadrados de extensión.
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Fuente | Better Place
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