Hay un dicho que hace mención a las barbas del vecino, pues en este caso podemos ver que en Francia durante este verano la gasolina ha llegado a superar la barrera psicológica de los 2 euros el litro, concretamente en algunas estaciones del centro del país la gasolina super 95 ha llegado a los 2,05 euros, una marca histórica.
Tarde o temprano en España también tendremos que acostumbrarnos a ver esa cifra en nuestras gasolineras, y este verano las subidas han sido constantes después de una primavera relativamente tranquila. Pero la pregunta que nosotros nos hacemos es ¿serán dos euros el litro una cifra que haga despertar el interés de los coches eléctricos entre los españoles?
Con dos euros el litro de super 95, un coche medio con un consumo de 7 litros a los 100 en ciclo mixto ciudad/autovía, y que recorra una media de unos 50 kilómetros diarios seis días a la semana, necesitará 91 litros de carburante cada mes, lo que en euros serían unos 182 euros y 2.184 euros al año.
Después de cinco años y medio este mismo coche habrá recorrido 100.000 kilómetros, y en total sólo contando el gasto en gasolina habrá supuesto para su conductor un gasto de 14.000 euros, lo que sería más o menos el coste del coche consumido en carburante de un modelo como un Renault Megane básico.
Por su parte el propietario de un coche eléctrico que tenga contratada una tarifa eléctrica sin discriminación horaria, tarifa valle, pagará en estos momentos según la compañía que tenga una media de unos 21 céntimos de euro el kWh, con un gasto medio de unos 15 kWh cada 100 kilómetros, supondrá un gasto mensual de 19.11 euros, 229.32 euros cada año y 3.150 euros después de los mismos 100.000 kilómetros, un ahorro a lo que no hemos sumado el mantenimiento de un coche gasolina, como filtros, correas y demás elementos.
Pero podemos decir que la electricidad también sube, y mucho, pero el dueño del coche eléctrico siempre tiene la posibilidad de optar por un sistema de producción fotovoltaica y reducir de forma importante su dependencia de las empresas energéticas, y como hemos visto en un artículo anterior, con una inversión de 8.400 euros uno puede montarse una instalación solar que además del coche alimente también las necesidades de una vivienda, una cifra que se podría rebajar a menos de la mitad si sólo queremos cubrir las necesidades del coche, para de esa manera obtener una independencia energética parcial, algo impensable con un coche gasolina moderno.
La conclusión, un coche eléctrico es caro, muy caro, pero un coche gasolina es carísimo, con la diferencia de que el coste del eléctrico lo debemos pagar de entrada para después disfrutar de un coste operativo muchísimo menor, mientras que con el gasolina el precio de entrada es más económico, pero el coste posterior además de ser mucho más elevado, no para de crecer y crecer.
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