Un estudio de la consultora Pike Research indica que el sector del vehículo eléctrico en Europa también sufrirá un fuerte crecimiento a lo largo de esta década, pero sufrirá con especial dureza la falta de un acuerdo o la ausencia de una legislación que imponga un único formato de recarga, lo que provocará una pérdida de competitividad del sector, donde los puntos de recarga serán casi el doble que el de los coches para el 2020.
Para esa fecha se espera que el parque de vehículos enchufable alcance la cifra de los 2.9 millones de unidades, pero un parque móvil que deberá enfrentarse a una gran variedad de formatos de recarga, desde el Mennekes apoyado por los fabricantes alemanes, los franceses e italianos con el tipo 3, y los japoneses con el CHAdeMO, lo que resultará no sólo en una fragmentación del mercado, si no también en una peor percepción por parte de los consumidores menos informados.
Otro aspecto que también se destaca es que el crecimiento de la red de recarga dependerá en gran medida de la llegada de nuevos modelos, y serán los Renault ZOE y Volkswagen Golf eléctrico, con gran tirón popular, lo que empujen el despliegue de infraestructuras y logren llevar las ventas de los eléctricos a nuevas cotas.
Pero esto será de una forma especialmente lenta, una velocidad a la que el problema de los diferentes formatos no ayudan, y que está bastante claro que por lo menos a corto o medio plazo los fabricantes no llegarán a un acuerdo, intentando que su tecnología sea la seleccionada y gane la batalla económica por hacerse con un multimillonario mercado, pero una guerra donde la Unión Europea antes o después tendrá que tomar partido y legislar hacia uno u otro lado, y es de suponer que el que más puntos tenga desplegados, tendrá más opciones de ser el elegido.
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Fuente | Pike Research
