La irrupción del Chevrolet Volt ha sido un cambio radical en la forma que los norteamericanos ven al fabricante de la pajarita, asociado tradicionalmente a grandes y poco eficientes motores, ahora está logrando gracias al Volt atraer la atención de muchos clientes que en su vida habían pisado en concesionario de la marca de General Motors.
En si el Volt es un atractivo de nuevos compradores que en muchas ocasiones a pesar de no poder llevarse el eléctrico por su elevado precio, terminan optando por otro modelo de Chevrolet, un efecto imán que desde GM quieren seguir explotando. Un ejemplo del cambio de mentalidad lo podemos ver en la campaña lanzada en algunos medios de la comunidad gay de los Estados Unidos, donde podemos ver a un Volt rodeado de dos modelos de Chevrolet, donde al parecer sale del armario y confiesa que es un eléctrico.
Esta campaña publicada en una revista destinada a los homosexuales, con un coste de sólo 750 dólares, ha tenido un enorme éxito en la red y su originalidad y frescura ha corrido como la pólvora, convirtiéndose por mérito propio en uno de los anuncios más rentables de los últimos años con varios millones de visitas después de unas horas colgada.
El objetivo además de mejorar su imagen, es atraer un colectivo que según los informes dispone de un poder adquisitivo medio de 120.000 dólares, significativamente más que las parejas heterosexuales, lo que los convierten en un objetivo prioritario para lograr aumentar las ventas de un coche que está logrando muy poco a poco aumentar sus cifras, pero que necesita un gran impulso para lograr dar el estirón, y pasar de ser el hijo raro de la familia, al orgullo de la casa.
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Fuente | Dailygreen (alemán)
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