El fabricante norteamericano Tesla quiere cambiar totalmente la forma en la que conocemos la industrial del automóvil, desde el sistema de tracción, apostando exclusivamente por coches eléctricos, la filosofía de trabajo, y hasta la forma de vender sus productos.
Tesla ha decidido seguir un camino similar al emprendido hace unos años por Apple, vendiendo sus productos en tiendas propias, sin acudir a la tradicional figura de los concesionarios, una forma de mantener absolutamente el control de todo el proceso, desde la fabricación, hasta la venta. Pero este modelo podría enfrentarse a problemas legales en los Estados Unidos, donde muchos estados ven como este sistema hace peligrar sus ingresos por impuestos, al realizar el comprador en la mayor parte de las ocasiones, la compra y el pago del propio coche por internet.
Según los expertos, además de un problema fiscal, el modelo de Tesla podría tener su éxito en una primera fase donde son una excepción en el mercado, con un producto varios años por delante de su competencia, pero el que tendrá que demostrar con el tiempo su resistencia cuando los grandes fabricantes apuesten decididamente por los vehículos eléctricos, será el momento en que sabremos la robustez de un modelo revolucionario, que está enfrentándose a otro que lleva más de 100 años en funcionamiento y al que los compradores se han acostumbrado.
Otro aspecto es que el comprador en caso de reparación, no sabrá donde será llevado su vehículo, ya que muchas de las tiendas que Tesla está abriendo por los Estados Unidos no tienen servicio técnico, y se tratan se simples locales comerciales con apenas unos coches de exposición y unos encargados de ventas, algo que la competencia podría usar contra la propia Tesla.
En este aspecto la industria de la automoción juega un papel clave en la creación de empleo, y sólo en los Estado Unidos existen 17.540 concesionarios, unos establecimientos que dan trabajo a más de 900.000 personas, que suponen una importante fuente de ingresos para las ciudades.
Pero la principal duda sobre este sistema es si logrará mantener el negocio a largo plazo, ya que necesitarán vender miles de coches cada día para tener éxito, algo que en estos momentos no está sucediendo, y una situación que no se podrá mantener según los expertos por demasiado tiempo.
Bajo nuestro punto de vista, la preocupación de los estados es totalmente justificable, mientras que el modelo de Tesla es perfectamente legal y efectivo, por lo que tal vez la solución sería que los impuestos generados por la venta de un coche se queden en el estado o comunidad donde sea matriculado ese vehículo, aunque la compra y el pago de realice mediante internet.
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Fuente | Greencarreports
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