Hace dos años se ponía en marcha un interesante proyecto, Kleber, que tenía a la ciudad francesa de Estrasburgo como su centro de operaciones y a 70 unidades del Toyota Prius enchufable como protagonistas, en una prueba destinada a conocer de primera mano cual es el verdadero ahorro de este tipo de vehículos respecto a los modelos gasolina y gasóleo.
El proyecto con tres años de duración y puesto en marcha entre Toyota y la energética EDF, tiene como objetivo poner en manos de particulares una flota de Prius enchufables dotados de un sistema de control por 3g, además de realizar la instalación de 145 puntos de recarga, repartidos entre instalaciones en lugares públicos, parkings, los lugares de trabajo de los participantes y sus viviendas.
Después de dos años y una media de 19.100 kilómetros anuales, los resultados indican que el ahorro respecto a los modelos con motor de combustión es muy elevado, logrando una reducción de la factura energética media de un 52%, siendo de un 64% comparado con un modelo con motor de gasolina, y un 40% con un diésel. Por su parte las emisiones se han reducido en un 40%, lo que poner sobre la mesa los tremendos beneficios que este tipo de vehículos supone para nuestra sociedad, tanto a nivel de ahorro energético, como de emisiones contaminantes.
A pesar de que son pocos los datos disponibles del proyecto, se sabe que la mayor parte de las recargas se han realizado en las casa o los trabajos de los usuarios, el 97%, lo que indica que el uso de puntos de recarga públicos son casi testimoniales, incluso en este caso, donde la autonomía eléctrica es muy limitada, y los 26 puntos de recarga habilitados para la ocasión apenas han sido utilizados por usuarios del programa.
Según Michel Gardel, vicepresidente de Toyota Europa.
«El vehículo híbrido enchufable aporta beneficios a todos los consumidores y los ciudadanos, porque ofrece una circulación libre de emisiones en la ciudad. Suponen un cruce que recoge lo mejor de ambos mundos, la posibilidad de movernos en modo eléctrico, al mismo tiempo que nos permite recorrer grandes distancias cuando es necesario, algo pensado para satisfacer unos puntos de vista diferentes difíciles de reconciliar»
El principal problema al que se enfrentan los híbridos enchufables es que su precio es incluso más elevado que el de los eléctricos puros, lo que puede echar por tierra las cifras de ahorro a corto y medio plazo, por lo que tal vez puedan ser una solución sobre el papel en un programa donde los usuarios no han tenido que abonar dinero para la adquisición, pero en la vida real, donde uno de estos modelos sale por cerca de 40.000 euros, los números no cuadran.
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Fuente | Lalsace (francés)
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