Hoy se ha llevado a cabo la ceremonia de entrega de las llaves de cinco taxis dotados de una pila de combustible de hidrógeno, que servirán para el transporte de personalidades durante los Juegos Olímpicos de Londres, que están a punto de comenzar.
Se trata de cinco unidades de los icónicos black cab, tan unidos a la imagen de la capital británica, y se beneficiarán de la apertura de una nueva estación dispensadora de hidrógeno situada en el aeropuerto de Heathrow, que se unirá a la ya en funcionamiento en el centro de la ciudad, y supone un nuevo paso por la apuesta de esta tecnología aplicada al mundo del transporte público.
Las pruebas realizadas hasta el momento con los sistemas de hidrógeno han resultado según los responsables del proyecto, todo un éxito, y ha demostrado que con una infraestructura adecuada, esta tecnología puede proporcionar una alternativa de movilidad más limpia que ayude a reducir las elevadas tasas de contaminación de ciudades como Londres.
A pesar del optimismo de los encargados de la presentación de este programa, la pila de combustible se enfrenta a un problema de costes, ya que de momento los precios tanto de los vehículos como de las estaciones de servicio los hacen inviables para los compradores particulares, quedando limitado a pequeñas pruebas como esta pagadas en su mayor parte con dinero público.
Con recorridos programados y una infraestructura de recarga adecuada, los coches eléctricos con batería pueden realizar el mismo trabajo sin la necesidad de enormes desembolsos, a lo que tenemos que sumar el factor de una eficiencia muy superior para los modelos con batería, una tecnología que no ha parado de evolucionar en los últimos meses, por el aparente estancamiento de los sistemas de hidrógeno.
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Fuente | Theandersonshelter
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