Hace unas semanas un rumor indicaba que el programa de coches eléctricos de BMW corría el riesgo de verse aplazado por culpa del lento desarrollo de los componentes, algo que desde el fabricante alemán se han apresurado a desmentir.
Para reforzar su posición, Frank-Peter Arndt, directivo de BMW ha declarado ante el ministro alemán de transporte, que el programa continúa con su desarrollo a pleno rendimiento, y que para reforzarlos recibirá una nueva inyección de 125 millones de euros, destinados a reforzar la capacidad de las factorías de donde saldrán los componentes.
Estas estarán emplazadas en las localidades de Dingolfing y Landshut, la primera de las cuales se encargará de la producción de la batería y el chasis de aluminio para el i3, además del eje delantero y otros elementos del i8, mientras que Landshut se encargará de los motores eléctricos, los extensores de autonomía y las piezas de fibra de carbono necesarias para ambos modelos.
Todo esto para lograr cumplir con el objetivo de lanzar el i8 al mercado antes de que finalice el 2013, año durante el que comenzará el esperado despertar de los fabricantes alemanes, que tendrán ante si la difícil tarea de recuperar el terreno perdido en estos tres años desde el lanzamiento de los Nissan Leaf y Chevrolet Volt y también de demostrar que han llegado tarde, pero con una tecnología superior.
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Fuente | Greencarcongress
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