Hace dos años, la alcaldesa Rita Barberá inauguró la primera cabina telefónica convertida en un punto de recarga para vehículos eléctricos, en una iniciativa llevada adelante por las empresa Endesa y Telefónica, en un primer paso para adaptar hasta 100 cabinas en estaciones de recarga.
Ahora la oposición en el ayuntamiento de Valencia ha denunciado públicamente que dos años después de su anuncio, solamente una de las cabinas está operativa, la inaugurada en su momento, quedando el resto en el olvido, siendo la respuesta del ayuntamiento que en estos momentos no hay demanda de este servicio.
Esta es la tónica general en nuestras ciudades y a excepción de algunos lugares muy puntuales, como Barcelona, el resto de capitales de provincia siguen sin tener apenas un puñado de puntos donde recargar los pocos vehículos eléctricos que circulan por nuestras carreteras, una cifra que será muy complicado que aumenten si no se facilita esta infraestructura.
Lo que si han confirmado desde el consistorio valenciano es que las nuevas instalaciones municipales, o las que sufran una reforma de importancia, tendrán su correspondiente instalación de puntos de recarga, para facilitar la incorporación de estos vehículos a las flotas municipales.
No se trata de instalar puntos por todos lados, simplemente unos pocos espacios reservados con su correspondiente toma de corriente en zonas donde sea habitualmente complicado el aparcamiento, lo que servirá de incentivo para que muchos den el salto a pesar de los elevados costes y limitaciones de la tecnología.
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Fuente | Las provincias
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