Coincidiendo con su llegada oficial a los concesionarios españoles, esta tarde he podido ver y tocar a una unidad de serie del Renult Twizy, un modelo totalmente rompedor que por fin ha aterrizado en nuestro país. La unidad de muestra no estaba matriculada por lo que hasta nuevo aviso, no podremos realizar la prueba, pero hemos aprovechado la visita para ver, tocas y fotografiar al más pequeño de la gama Renault.
La primera impresión es que se trata de un modelo más bajo de lo esperado y los 1,46 metros de alto, se nos hacen pocos. El exterior de esta unidad, una Technic, dotada de semi-puertas y unas llamativas llantas, que tiene un aspecto muy compacto y atractivo . El accionamiento de las puertas se realiza desde dentro del habitáculo por lo que tendremos que colar nuestra mano hasta el pequeño tirador interior, mientras que la sensación de calidad es bastante aceptable.
Una vez dentro nos encontramos con un volante similar al de los otros modelos de Renault, aunque da la impresión de ser algo más pequeño. A la derecha del volante, en una zona algo escondida, tenemos el contracto, un contacto que se realiza con una llave de lo más convencional y clásica imposible, con sus muestras al viejo estilo, algo que desentona bastante con el moderno carácter del coche.
A la izquierda del salpicadero nos encontramos un sencillísimo control con tres posiciones, D, que es la marcha, N, punto muerto, y R, marcha atrás, solucionado de una forma simple y efectiva. Justo a su izquierda nos encontramos con el pulsador que enciende la luces de emergencia, situado en una zona poco habitual y que seguro atraerá la atención de los graciosos, que podrán accionarlo sin apenas meter la mano en el coche.
Una de las cosas que más nos ha sorprendido es el avisador sonoro, una utilidad que se conecta en el control de las luces y que emite un estridente ruido, supuestamente pensado para avisar de nuestra presencia a los peatones, pero que cuenta con un sonido y un tono realmente desagradable que apenas soportaremos unos segundos.
A la derecha del salpicadero encontramos una llamativa cerradura que nos indica que en la zona hay un espacio donde guardar objetos, y efectivamente, unos centímetros encima nos encontramos con un hueco pensado para dejar nuestra documentación…y nada más, ya que su tamaño apenas deja espacio para nada más.
Pasamos al espinoso y tirante aspecto de la plaza trasera, una plaza que a pesar de no tener grandes expectativas, me ha decepcionado un tanto, ya que el acceso es muy complicado, el espacio es extremadamente justo y aún por encima, a la salida he tenido un incidente al engancharme la pernera del pantalón a una de las aristas del carril del asiento delantero, con el consiguiente roto.
Como anécdota, decir que el cristal que cierra la puerta por la parte inferior, como podemos apreciar en esta foto, se ensucia de forma importante y será una de las principales ocupaciones de los dueños del Twizy, limpiar ese dichoso plástico todos los días. Además podemos ver a primera vista que a pesar de estar unido a la puerta, deja unos huecos por donde entrará el aire, y por lo tanto, el frío.
Lo que más llama la atención es que una vez sentado, el conductor debe hacer retroceder el asiento, momento en el que quedaremos totalmente enclaustrados y sin posibilidad física de salir, algo que no se puede apreciar desde fuera, pero que se nota sobremanera una vez sentado. Es inevitable pensar que pasaría en caso de accidente, ya que tendremos que realizar un esfuerzo importante para salir del coche.
Por lo tanto, el Twizy está pensado para llevar a una persona, y el asiento trasero debe usarse exclusivamente en casos puntuales, tanto por lo anteriormente comentado, como por la molestia que nos comenta el comercial que supone el viento para el acompañante.
En cuanto a la zona de carga, 60 litros declara Renault que tiene el Twizy, pero lo que encontramos tras abrir el asiento trasero es un hueco totalmente vertical en el que podremos introducir un ordenador portátil o una tablet, pero donde los objetos más pequeños caerán hasta la parte inferior, momento en el que tendremos que introducir el brazo y recuperarlos a ciegas y con un poco de esfuerzo, por lo que su uso es casi testimonial, teniendo que usar el asiento trasero como maletero.
La semana próxima esperamos poder contar con la unidad matriculada y entonces realizaremos una prueba a fondo del mismo, será entonces cuando podremos confirmar tanto las prestaciones que nos indica el fabricante, como las buenas sensaciones que los medios acreditados han podido certificar en la presentación oficial de la semana pasada.
Detalle de los altavoces Lugar donde he enganchado el pantalón
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