Durante muchos años los diseños impulsados por aire comprimido han prometido mucho y cumplido poco, pero desde Australia nos llega un diseño que podría cambiar esto para siempre. Se trata de la O2 Pursuit, un prototipo basado en un chasis Yamaha y que tiene en el uso de materiales ya existentes y ampliamente usados por la industria de la moto como una de sus señas de identidad, una característica que le permite una fabricación más económica y todo ello, con unas características más que interesantes.
El modelo presentado en el pasado Salón de la moto de Sidney, puede alcanzar una velocidad máxima de 100 km/h gracias a su silencioso motor DiPietro, que al igual que las motos eléctricas de batería, realiza una entrega de par lineal desde cero revoluciones y además, de forma totalmente silenciosa.
Por su parte, el aire comprimido se aloja en unos depósitos intercambiables de 9 litros que le proporcionan una autonomía de unas tres horas de conducción y que según el fabricante, con una infraestructura adecuada, permite emular el quick drop, o cambio de batería de Better Place, pero de una forma mucho más sencilla y económica.
Por supuesto son muchas las preguntas que quedan sin respuesta, como por ejemplo, cuantos kW de electricidad hacen falta para hacer un litro de aire, y el coste de esta tecnología, aunque como dejan claro sus diseñadores, se trata de un prototipo destinado a mostrar el potencial de una tecnología que nos recuerda mucho a la pila de combustible, una buena idea, pero a un nivel de eficiencia muy por debajo de las eléctricas puras.
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Fuente:
O2pursuit
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